La Revolución
marzo 14 2018 – Tamara Estes
Escrito por Stacey Khizder
Durante los últimos dos años hemos oído mucho sobre la resistencia. Para hacer frente a Donald Trump, a la mayoría del Congreso y a los fanáticos de Estados Unidos, nos han dicho que debemos resistir. Desde la toma de posesión de Donald Trump, el movimiento de resistencia ha hecho su presencia fuerte y clara. Sin embargo, como estamos en otro año electoral crucial, sólo resistirse no hará cambiar el Congreso.
Desde 2016, millones de estadounidenses han liderado la resistencia exigiendo responsabilidades a sus líderes, llamando a sus representantes, organizando protestas y mítines, y más. Sin duda, esto ha influido hasta cierto punto en Donald Trump y el Partido Republicano. Sin embargo, la resistencia no impedirá que otro Donald Trump sea elegido para el cargo.
Hay muchas razones por las que Hillary Clinton perdió las elecciones de 2016. Pero seamos honestos. No fue principalmente por James Comey o el gobierno ruso. Existe una brecha continua y cada vez mayor de desigualdad socioeconómica en Estados Unidos que ha dejado a millones de estadounidenses enojados y cansados de los políticos del establishment. Hillary Clinton representaba una élite moderada del establishment. Donald Trump ganó porque su campaña atrajo magistralmente a la gente que quería a alguien diferente, alguien que revolucionara la forma en que son los políticos tradicionales y corruptos. Si bien estos votantes se equivocaron acerca de a quién creían que eligieron para el cargo, es innegable que querían un cambio. Sin embargo, los progresistas quieren el mismo cambio y están dispuestos a realizarlo.
Este año, y de cara al 2020, necesitamos una Revolución política. Necesitamos revolucionar nuestros estándares para las personas que elegimos para el cargo. Este año electoral y en el futuro, es necesario apoyar y elegir a los candidatos progresistas y "sin fines de lucro". Al mismo tiempo, los medios independientes y antisistema necesitan su apoyo para seguir llevando la verdad al poder.
Después de dos años de resistencia, es hora de liderar La Revolución.
1 comentario
The Democratic Party must stop accepting Big Money from the corporate plutocracy for its campaigns, because the Clinton and Obama administrations paid Big Money with what the donors wanted most, including lobbying; NAFTA clones that allowed global corporations to write the rules for trade and punish the U.S. for alleged loss of income due to U.S. laws or regulations; lucrative bail-outs of banks too big to fail; Big Bankers given power in government; huge expansion of our prison system, including for-profit prisons and cheap inmate labor; and more pay-offs that resulted in loss of Democratic credibility with many voters.